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Siempre a mano: leyes mercantiles

DerechoEl derecho mercantil es algo que importa, y mucho, a cualquier start up que se precie y que ponga en marcha cualquier tipo de actividad económica en la red. Pese a que el derecho tiene muchas vertientes, no podemos dejar de lado la propia definición de la RAE del mercantil » derecho que regula el estatuto de los empresarios y sus actividades específicas» para entender que es necesario contar con un buen asesoramiento.

Muchos se han lanzado a la aventura de emprender gracias a las posibilidades de la red y la falta de fronteras, pero desde luego hay que ser precavido y contar con un buen abogado de derecho mercantil que te asesore en los pasos a dar y tenga en cuenta las legislaciones de los distintos escenarios donde puedes llegar a tener actividades comerciales – tanto a nivel nacional como internacional – para no pecar de ingenuo.

Con las facilidades que hoy ofrece poder abrir un ecommerce y vender en todo el mundo, es necesario tener claro cómo hacerlo para evitar grandes problemas a la hora de presentar los resultados y la facturación.

Sin una clara base en estos términos, el fracaso es prácticamente asegurado porque irás acumulando sanciones y todo parecerá imposible.

No está nunca de más echar un vistazo a las publicaciones del sector en las que aparecen consejos de cómo realizar los trámites y cuáles son los mejores consejos y enfoques empresariales. Una revista de derecho bancario y bursátil nos ayudará a hacernos una idea de lo que está sucendiendo en los mercados y, dependiendo de si nuestra actividad económica tiene que ver con productos financieros, nos dará las claves para poder operar en otros parqués.

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Si echamos la vista atrás, hasta entrada la Edad Media esta faceta del derecho no fue separada de su vertiente civil, algo que ya enuncia que las personas jurídicas como las entidades tienen que regularse de forma independiente antes de salir a los mercados a operar, siempre bajo un mismo código que rija las transacciones dejando que, para todos, sean iguales las reglas del juego.

La competencia, las profesiones liberales, las artísticas, etc quedan también, por tanto, al amparo de este tipo de código legal que permite que la regulación no sólo proteja sus intereses sino les obligue también en la misma medida.