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La primera abogada europea era feminista

A lo largo de la vida el que más y el que menos ha tenido que acudir alguna vez a un abogado. Ya sea por temas laborales, civiles o mercantiles, al final todo el mundo acaba por encontrarse en alguna ocasión sentado en el despacho de un abogado, algo que no tiene por qué ser negativo. Sin embargo, y como comentan desde Bazán Abogados, “estamos en una época en la que el sexo femenino ha alzado su voz para hacerse más visible, para luchar contra todos aquellos que quieren seguir considerándolas el sexo débil. Y si hablamos de abogacía y mujeres no podemos dejar de mencionar a toda una pionera, Sarmiza Bilcescu, tanto para la abogacía como para el feminismo”.

La ONU aprobó, en 2015, la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, una oportunidad para mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás y que cuenta para ello con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El ODS número 5 no pretende otra cosa que lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas”

“Debemos tener presente que por término medio, las mujeres siguen ganando en todo el mundo un 24% menos que los hombres en el mercado de trabajo. Algo que pondría los pelos de punta a Sarmiza Bilcescu” indican desde Bazán Abogados.

Para quien no lo sepa, Sarmiza Bilcescu fue la primera mujer europea en licenciarse en derecho en la Universidad de París, lo consiguió en 1887, y el camino no fue sencillo ya que tuvo que luchar contra la misoginia y las continuas trabas que se encontró por el camino por el simple hecho de ser mujer. Pero la cosa no queda ahí, en 1890, se doctora con una tesis titulada ‘Sobre la condición jurídica de la madre’, logrando con ello ser también la primera mujer que consiguió un doctorado en derecho.

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El futuro para Sarmiza era prometedor pues recibió varias ofertas de empleo que declinó consciente de las grandes dificultades de las mujeres de su tiempo, que ya había puesto de manifiesto en su tesis. Por eso nunca llegó a ejercer la abogacía, sino que todos sus esfuerzos fueron dedicados por completo a defender los derechos femeninos.