MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ha citado a declarar como testigos a los responsables de seguridad y técnicos de las instituciones y empresas que recibieron cartas incendiarias el pasado mes de noviembre. Su comparecencia de ha fijado para este jueves.
Además, el magistrado ha dictado los mandamientos necesarios para que la Policía investigue determinadas cuestiones tecnológicas. Desde el pasado 30 de noviembre, al menos seis cartas incendiarias se dirigieron a distintas autoridades, instituciones y empresas. Todas compartían características similares y no se descarta que estén vinculadas a la guerra de Rusia en Ucrania. Los paquetes se enviaron desde Valladolid, y los investigadores creen que hay un solo autor detrás de estos hechos.
La primera de la que se tuvo conocimiento público fue enviada a la Embajada de Ucrania, que estaba dirigida al embajador Serhil Pohoreltsev. Un trabajador de la legación diplomática resultó herido leve al producirse la deflagración.
El magistrado pedirá a los testigos que faciliten todos los detalles posibles para hacer avanzar la investigación. Hasta ahora no se ha identificado a ninguna persona como responsable y la investigación policial sigue en marcha.
Antes de la llegada a la legación ucraniana, se había recibido una en el complejo de La Moncloa dirigida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. También se interceptaron envíos a la embajada de Estados Unidos, al Ministerio de Defensa, a la base aérea de Torrejón de Ardoz y a Instalaza, una empresa de armamento en Zaragoza.
El Juzgado Central de Instrucción Número 4 de la Audiencia Nacional ha recibido los primeros informes policiales que apuntan a un único autor que envío las cartas desde algún punto de la provincia de Valladolid. Todas ellas compartían la misma grafía, están envueltas en papel y estaban compuestas por material pirotécnico casero similar a la pólvora y pequeños trozos de metralla. La composición de los paquetes es sencilla y podrían haberse fabricado a partir de informaciones que están en internet.
La carta dirigida a Pedro Sánchez se interceptó el 24 de noviembre, pero no se conoció hasta la deflagración de la llegada a la embajada de Ucrania. Después se fueron detectando las demás. Días más tarde la embajada recibió un paquete ensangrentado que contenía los ojos de un animal. A partir ese envío, las embajadas de Ucrania en Hungría, Países Bajos, Polonia, Croacia, Italia y Austria, junto con varios consulados de Ucrania, recibieron también paquetes ensangrentados.
