– El informe ‘Libertad Religiosa en el Mundo’ de Ayuda a la Iglesia Necesitada alerta de la «persecución de guante blanco» a la fe en los países occidentales
– El 62,5% de la población mundial (casi 4.900 millones de personas) vive en países con violaciones graves o muy graves a la libertad religiosa
MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
Expertos en libertad religiosa exigieron este martes, Día Internacional de las Víctimas de Actos de Violencia Motivados por la Religión o las Creencias, el «derecho» a que exista la asignatura de religión, «que se compute de forma similar a otras asignaturas», y defendieron que «en última instancia podría llegar a ser importante y necesario llegar a los tribunales».
Así lo destacó José Luis Bazán, asesor jurídico de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (Comece) en Bruselas en una entrevista recogida por Servimedia al programa ‘Perseguidos pero no Olvidados’, de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Bazán, miembro del comité editorial del Informe ‘Libertad Religiosa en el Mundo’ que elabora ACN, aconsejó «ejercer la libertad religiosa, asociarse y acudir a los medios de comunicación y a las instituciones públicas, y en última instancia a los tribunales».
«La mejor manera de defender los derechos es ejerciéndolos. En el caso de la libertad religiosa es no solo practicar la fe dentro de los templos sino también fuera, hacer pública esa fe, individual y colectivamente», dijo tras referirse a la «persecución de guante blanco» de la que habla el papa Francisco para referirse a la libertad religiosa en los países occidentales «donde aparentemente todo es respeto a las libertades individuales».
«Se está minando a la libertad religiosa a través de ideologías como la de género, o determinadas banderas como los derechos de la mujer o del niño. Esconden en el fondo un minado de derechos fundamentales como de los padres a educar a sus hijos o que una persona se exprese sin tener necesariamente que aceptar una ideología como la de género», apuntó el experto.
Según el citado informe, desde el 2021 en 40 países del mundo ha habido personas secuestradas o asesinadas a causa de la fe.
TIPOS DE ATAQUES
El asesor jurídico de la Comece remarcó que en el mundo se dan varios tipos de ataques a la libertad religiosa, desde los que vienen de los Estados totalitarios socialistas y comunistas como China o Cuba; las dictaduras socialistas o comunistas como Nicaragua; las teocracias islamistas como Irán o «países donde el Estado no realiza los ataques a la libertad religiosa, pero por omisión está permitiendo que esto ocurra por parte de grupos armados», como Nigeria.
«Y por otro lado está la persecución provocada por el nacionalista extremista religioso. Es el caso de India donde hay grupos extremistas hindúes que atacan a las minorías cristianas y musulmanas, o es el caso de Myanmar, donde los extremistas budistas están atacando a los rohinya y a los cristianos», continuó.
«Creo que hay que poner el énfasis en la palabra libertad. La libertad religiosa es una cuestión no de religión, sino de libertad. Se trata de no solamente de libertad de religión, sino de pensamiento, de conciencia y de religión, que es la única libertad reconocida en los tratados internacionales. No son tres libertades distintas, no se pueden fragmentar. No se puede atribuir la libertad religiosa para los creyentes y la de conciencia y pensamiento para los no creyentes, no es así. El no creyente tiene libertad religiosa y el creyente tiene libertad de pensamiento y conciencia», resumió.
MÁS VIOLADO
Por ello, en el Día Internacional de las Víctimas de Actos de Violencia Motivados por la Religión o las Creencias, revindicó que «no podemos pasar por alto que cuando hablamos de derechos humanos, probablemente el que más está siendo violado es la libertad religiosa y los derechos conectados» y que la libertad religiosa «no es un derecho autónomo».
«Existe también el derecho a la libertad de expresión, a la libertad de propiedad, derecho a tener los medios de comunicación. La libertad religiosa es como una especie de macro derecho. Tiene tantos derechos implicados que probablemente su violación es el mejor test para saber cuál la salud en términos de Derechos Humanos de una sociedad», concluyó.
