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Los traductores son profesionales cada vez con más demanda

La necesidad de entablar puentes comerciales con el resto del mundo ha puesto en relieve la necesidad de tratar en el idioma nativo de cada corporación cada negociación, asegurando así la comprensión total de cláusulas y contratos.

«Cada vez se necesitan más traductores que sean traductores jurado para que certifiquen los documentos y avalen su contenido en otra lengua. Aunque mucha gente no lo sabe, no todos los traductores pueden hacerlo. De hecho, aunque sea una empresa la que lo gestione, es el traductor jurado el que lo firma, no la empresa, lo que ya demuestra la relevancia de esa profesión» explican desde Leon Hunter.

¿Qué tipo de documentos pueden necesitar estas traducciones?

Para empezar, el objeto de las traducciones  juradas oficiales son los propios documentos oficiales. Cuando se trata de presentar ante un gobierno o Administración Pública un documento oficial, es necesario, cuando el original viene de fuera, que éste se traduzca fielmente y con la profesionalidad y firma de un traductor jurado para que lo admitan como válido.

Esto, que hasta ahora se veía poco a pie de calle, es cada vez más habitual al existir cada vez más residentes de otros países en cualquiera de los países de la UE y, por qué no decirlo, también más empresas con sedes en distintas zonas geográficas.

Los traductores oficiales de documentos conocen de sobra los requisitos que se van a exigir antes de aceptar cualquier documento oficial, certificado o presentado en la Administración. De ahí que sea necesario acudir a ellos ya que, según consta en la web del propio Ministerio de Exteriores, respecto a la necesidad de traducciones solo serán válidas las «Realizadas en España por un traductor o intérprete jurado nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (MAEUEC) de España. Estas traducciones están exentas de legalización y son válidas sin necesidad de ningún trámite adicional».

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En esas exenciones, por ejemplo, constan las del Registro Civil de los países miembros, los documentos de uniones de hecho, documentos de filiación y adopción o los relativos a certificados de domicilio.

La carrera de traducción e interpretación es una de las que, poco a poco, ha ido ganando cada vez más alumnos por las salidas laborales en el contexto de globalización actual. Eso sí, hay que saber que, para ser traductor jurado, es necesario acceder a través del examen que convoca la propia Oficina de Interpretación de Lenguas, que depende directamente del Ministerio de Asuntos Exteriores.